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Abordando la tragedia del Teniente desde la perspectiva de seguros ¿Quién responde?

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18 agosto de 2025

Mineros vestidos con trajes naranjas y cascos de seguridad caminando por un túnel subterráneo en una mina, con paredes rocosas y equipo minero visible, en un ambiente oscuro y con luces de trabajo que iluminan parcialmente el espacio.

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El pasado 31 de julio, la mina El Teniente en la Región de O’Higgins, una de las faenas mineras subterráneas de cobre más grandes del mundo y operada por Codelco, vivió uno de los accidentes más graves de los últimos años. Ese día, un sismo de magnitud 4,2 provocó un derrumbe en el sector Andesita, a unos 400-500 metros de profundidad. El resultado fue devastador, seis trabajadores perdieron la vida y otros nueve resultaron heridos.

Este derrumbe, atribuido a un estallido de roca, no solo dejó dolor en las familias de las víctimas, sino que también abrió un debate urgente sobre la seguridad laboral en la minería. A nivel económico, la paralización de la faena minera generó pérdidas millonarias, se estima en hasta 300 millones de dólares, afectando directamente a Codelco y al PIB del país, dado el peso que este yacimiento tiene en la economía de una minera chilena clave para el país.

Riesgos, operaciones mineras y la visión de la industria aseguradora

Desde la perspectiva de la industria aseguradora, analizar esta tragedia es fundamental porque pone en evidencia los riesgos inherentes a la minería subterránea y la necesidad de mecanismos robustos de prevención y gestión de riesgos. La paralización de las operaciones mineras y los daños económicos significativos pueden traducirse en elevados costos para las aseguradoras, que deben evaluar la exposición a siniestros graves y las implicancias en la continuidad operativa de una minera chilena como Codelco.

Además, el accidente enfatiza la importancia de implementar nuevas tecnologías, como la automatización y la operación remota, para minimizar riesgos humanos y reforzar la seguridad. Para la industria aseguradora, este caso representa una oportunidad para revisar y fortalecer los productos y políticas de seguros, promoviendo un enfoque más integral que cubra no solo los daños materiales, sino también los costos asociados a la interrupción del negocio y la protección a los trabajadores y sus familias.

¿Qué papel juegan los seguros en la minería?

La minería es una industria de alto riesgo, y por eso las operaciones mineras suelen estar respaldadas por diferentes tipos de pólizas. Entre los seguros más relevantes en la minería se encuentran:

  • Seguro de Responsabilidad Civil: cubre daños a terceros derivados de las actividades mineras.

  • Seguros Colectivos para trabajadores: como los de accidentes personales, que protegen a los empleados frente a emergencias laborales.

  • Seguros de Daños: que cubren daños a la propiedad, maquinaria o incluso la interrupción del negocio.

  • Pólizas de Garantía Ambiental y Legal: como las exigidas por la Ley N° 20.551,
  • que aseguran la rehabilitación de faenas al cierre de operaciones.

Estos seguros en la minería cubren una amplia gama de riesgos, pero también suelen incluir exclusiones. Por ejemplo, ciertos desastres naturales extremos o negligencias pueden quedar fuera de cobertura, lo que hace que la efectividad dependa mucho de cómo están diseñadas las pólizas.

Responsabilidades: ¿Quién debe responder?

En una tragedia como la de El Teniente, varios actores entran en escena:

  • Codelco, como minera chilena a cargo, tiene la mayor responsabilidad en la implementación y supervisión de medidas de seguridad en la faena minera.

  • Empresas contratistas, como Gardilcic y Salfa Montajes, también deben garantizar que sus trabajadores cuenten con condiciones seguras.

  • El Estado, a través de Sernageomin, cumple un rol fiscalizador, investigando accidentes y supervisando normativas.

  • Aseguradoras, que deben hacerse cargo de indemnizaciones y pagos según lo que esté establecido en los contratos de seguro.

El proceso comienza con la denuncia del siniestro y puede incluir participación de Carabineros u organismos externos. Luego, la aseguradora o un liquidador designado evalúa el caso y define los montos de indemnización, que por ley deben resolverse en un plazo máximo de 45 días corridos. Una vez aprobado, la compañía tiene 6 días para pagar.

Un desafío más allá de lo económico

La tragedia de El Teniente expone no solo los riesgos de la minería, sino también las debilidades en la gestión de seguros en la minería frente a desastres de gran magnitud. Las demoras, la burocracia y la insuficiencia de los montos indemnizatorios generan malestar y desconfianza en los trabajadores y sus familias.

Por eso, este caso es un llamado a revisar la forma en que operan los seguros en la minería, no basta con cubrir daños materiales, también se necesita asegurar la continuidad de las operaciones mineras y, sobre todo, proteger la vida y el bienestar de quienes día a día sostienen esta faena minera clave para Chile.

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