Agosto es el mes de los gatos y en Blogee amamos a estos peludos ronroneantes y también a los emprendedores de Chile, entonces ¿Qué mejor que ir a conocer El Mundo de Dalí Cat Café y hablar con Carolina Corral, quien es una de sus fundadoras?

En este post te contaremos la historia de este emblemático café contado a través de las palabras de Carolina, quien nos cuenta detalles de cómo ha sido su recorrido como emprendedora en el rubro de la alimentación, pero incorporando a unos amigos muy especiales: nuestros queridos gatos.

Te invitamos a leer la entrevista completa llevada a cabo el 11 de agosto, justamente el día de su aniversario, esperamos que te guste.

¿Hace cuánto fundaste el café?
El Mundo de Dali cat Café se fundó el 11 de agosto del año 2016, de hecho coincidentemente, hoy cumplimos 7 años. Ese día abrimos, pero a una cantidad acotada de personas y ya el 16 de agosto abrimos sus puertas a todas las personas y empezamos a ver cómo era esto tan novedoso que habíamos creado. Quisimos que fuera en agosto porque es el mes de los gatos y qué mejor fecha que esa para empezar a recibir a las personas.

¿Por qué se llama El Mundo de Dalí Cat Café?
Se llama así porque con mi marido que es uno de los cuatro fundadores de este café, tenemos un gato en particular que se llama Dalí, que es como nuestro hijo y él nos inspiró a crear este café y a jugarnos la vida por este emprendimiento. Quisimos hacerlo en honor a él, que aún se encuentra vivo, por lo cual, es un homenaje en vida para él.

¿Cómo se te ocurrió esta idea? Cuéntanos tu historia
¡La verdad es que la idea nació cuando yo estaba bien chica, estaba aún en el colegio, iba como en 1° medio según lo que recuerdo y estaba en la biblioteca y justo estaban dando una noticia en el televisor que había ahí sobre un café de gatos en Japón y me llamó mucho la atención, dije qué raro esto!, ¡cómo puede existir un café de gatos y yo amaba a los gatos desde niña! Desde ahí me lo propuse, pero era muy difícil porque en ese tiempo los gatos no eran tan visibles como ahora en Chile, nadie hablaba de la tenencia responsable, las mascotas eran muy de “afuera de la casa” de darle comida de las sobras, etc.

Después, bueno ya más adulta, después de salir de la universidad, me uní como voluntaria a la Fundación de rescate de gatos “Club Gatero” donde conocí a mi amiga Carla y le comenté esta idea loca y ella tenía una idea parecida, entonces me dijo “hagámoslo, si no nos atrevemos ahora, no nos vamos a atrever nunca”, así que ahí nos juntamos estas dos amigas locas de los gatos y sumamos a nuestros esposos para comenzar este proyecto.

Incluso luego de nuestro paso por la Fundación "Club Gatero" donde llegamos a ser parte del directorio. Luego creamos una ONG llamada "Corporación 7 Vidas" enfocada en la educación sobre tenencia responsable de gatos, que hasta el día de hoy funciona.

¿Qué hiciste para que la gente entendiera el concepto en Chile?
Es un proceso que aún está en rodaje la verdad, porque si bien partimos el 2016 explicando: Mira, esto es un café con gatos, pero no es que puedan traer a sus gatos, etc. luego derribar mitos en torno a eso. Primero partimos con protocolos muy estrictos, tal como es en Japón, es decir, desinfectando las manos de las personas, poniendo protectores en los zapatos y la verdad es que esa dinámica no fue tan bien acogida, pero después con la pandemia se volvió tan normal ese proceso que las personas lo encontraban bien, finalmente terminamos chilenizando el modelo, tratando desde nuestra cultura como tratar a los gatos en un lugar que no era un refugio ni tampoco un lugar donde los gatos estuviesen tristes, por el contrario, acá ellos están empoderados, son “Súper Gatos”, están lindos, saludables para que la gente comparta con ellos y obtengan los beneficios de esta casi “gato terapia”.

Más allá de todo esto, todavía nos pasa que puede no entenderse y constantemente debemos reforzar la dinámica, cómo pueden disfrutar de estar acá, las reglas de este lugar, el respeto del entorno, hacia los gatos, etc. Y creemos que va a seguir así durante un largo tiempo, hasta cuando se masifique mucho más este concepto y sea normal ir a espacios donde uno pueda compartir con animales de compañía.

¿Les pasa que la gente agradece este espacio? Porque cuando uno pasa un rato acá en compañía de los gatitos, uno sale en estado “zen”.
Sí, nos pasa y de hecho una de las aristas que vemos de este proyecto, es que no solo somos una cafetería que tiene gatitos, porque si bien tiene todo lo que una cafetería ofrece, los gatos no son un accesorio del lugar, son los dueños de casa y su aporte es entregar a las personas momentos de relajación, donde puedan jugar con ellos, sentir su ronroneo y desconectarse un poco de la rutina, del celular. Pasa mucho que incluso personas que no se conocen, empiezan a conversar sobre sus gatos, mostrarse fotos de ellos, entonces hay un tema que los une. Todo esto hace que las personas se sientan muy agradecidas, de estar en un lugar agradable y que quieran volver. También pasa mucho que acá las personas que no tienen gatos pueden probar cómo se sienten cerca de ellos y quizás pensar en adoptar.

¿Te ha pasado que alguien quiera adoptar un gatito de acá?
Sí, de hecho en un comienzo el objetivo era que los gatitos fuesen adoptados y dimos muchos en adopción. Pero nos dimos cuenta de que algunos iban quedando, que ya estaban acostumbrados a esta dinámica, a sus espacios y de repente vimos algunos cambios que iban surgiendo en ellos que no eran favorables para su salud y un médico veterinario que nos asesoró en esa época, nos indicó que obviamente los gatos también generan lazos afectivos, tal como nosotros y que si pasaba mucho tiempo y luego se daban en adopción, los gatitos no iban a entender eso, era como dejar su hogar. Ahí decidimos que nos íbamos a quedar con todos los gatitos que estaban en el Cat Café en ese momento, pero si íbamos a continuar con las jornadas de adopción a través de la ONG y así continuar con el objetivo de entregar hogares a los gatitos que estuvieran abandonados.

¿Cuáles son los temores que tienes asociados a tu negocio? ¿Tienes seguros contratados?
El principal temor es el tema de los incendios, porque de un robo, si no es muy terrible, uno se puede llegar a recuperar, pero un incendio es devastador, una tragedia que te quita todo y te deja en cero, te deja sin el lugar donde haces tu trabajo, pero también en este caso, el hogar de nuestros gatos. Después claro, viene el miedo a que te entren a robar, eso es igual un tema, de hecho donde estábamos ubicados anteriormente entraron a robar y ahora acá tenemos alarma y sistema de seguridad para ese tema.

¿Qué se viene para El Mundo de Dalí Cat Café?
La verdad es que estamos en una etapa de asentamiento, porque en esta ubicación vamos a cumplir 2 años, nos cambiamos de casa después de la pandemia, un periodo que fue complejo, donde hubo mucha pérdida y fue difícil volver a abrir, pero logramos cambiarnos y decir ok, este lugar va a ser nuestro hogar definitivo. Ya estando acá, si bien tenemos muchos proyectos, por el momento tenemos detenida la apertura de más sucursales, porque estamos concentrados en que acá se desarrollen al máximo todas las actividades del Cat Café, acá hemos hecho terapia con pacientes enfermos, personas en centros de rehabilitación, actividades con niños de Coanil, o sea nos hemos ido abriendo a un mundo de actividades que son completamente distintas a las de una cafetería, pero que nos permiten seguir con nuestro objetivo que finalmente es que la gente se entusiasme con los gatitos, que los conozcan y que puedan descubrir las bondades de esta gato terapia.

¿Tienen actividades especiales por el mes de los gatos?
Sí, hicimos un taller de creación de juguetes para gatos con materiales reciclados y también vamos a tener actividades asociadas al aniversario y al mes de los gatos con algunos descuentos que iremos publicando en nuestras redes sociales y a fin de mes tenemos pensado realizar otro taller de juguetes y un par de charlas de enriquecimiento ambiental.

Hace un rato nos comentaste que los emprendedores son las personas más porfiadas del mundo, ¿Qué le dirías a otros emprendedores para inspirarlos según tu experiencia?
Bueno, aunque suene cliché, creo que hay que luchar por lo que uno quiere, si uno tiene un sueño, un objetivo, una idea, debe intentar hacerlo, porque no hay nada peor que no intentarlo y después arrepentirse, por muy loca que sea la idea, intentarlo igual.

Aquí yo aprendí que a pesar de que todos nos decían que no, porque, de verdad, acá nos decían: “Pero un café con gatos, no, quién va a ir, los gatos dan alergia, ¡quién va a querer ir!”, y nosotros muy porfiados decíamos sí, ¡sí! Entonces todo eso me dejó como aprendizaje, que hay que hacer las cosas, continuar, trabajar duro y ser muy disciplinado, estudiar, aprender mucho y sobre distintos temas que a lo mejor no tienen que ver con lo que vendes, pero si con el funcionamiento del negocio, como gestión tributaria, economía para entender lo que te dice tu contador, también asesorarse con profesionales que te puedan dar otra visión, buscar ayuda y por sobre todo intentarlo y si bueno no funcionó, tomar ese aprendizaje y volver a intentarlo de una forma distinta.

Carolina junto a sus socios, como muchos emprendedores, tomó el desafío de abrir un nuevo rubro, porque si bien las cafeterías siempre han existido, este es el primer Cat Café de Sudamérica y aunque muchas veces les dijeron que no, ellos siguieron adelante para que hoy podamos disfrutar de un espacio único que entrega “gato terapia”. Te invitamos a conocerlo en Av. Condell 1225, Providencia y a seguirlo en Instagram en @elmundodedalicatcafe

Esperamos que este contenido haya sido atractivo para ti y que nos ayudes a difundirlo para que más emprendedores se sientan inspirados. ¡Hasta la próxima!!