Desde la antigüedad, existen registros de sistemas rudimentarios que se asemejan a los seguros Uno de los primeros ejemplos documentados es el “préstamo a la gruesa ventura”, parte del Código de Hammurabi en Babilonia (alrededor del año 4000 A.C.). Este consistía en un acuerdo entre prestamista y naviero para financiar viajes marítimos, compartiendo el riesgo de pérdida.
La evolución del seguro, tal como lo conocemos hoy, tomó forma en la Edad Media. En 1347, en Génova, se firmó la primera póliza de seguro marítima documentada, para un navío llamado Santa Bárbara. Este contrato ya incluía elementos clave como la valoración del riesgo, la prima y la duración de la cobertura, y buscaba proteger a los mercaderes frente a naufragios, robos o piratería.
Un giro digital tras la pandemia
Después de la pandemia de COVID-19, la industria aseguradora vivió una aceleración sin precedentes en su transformación digital. Esta evolución fue impulsada por la adopción de nuevas tecnologías y un cambio en las expectativas y hábitos de los consumidores, quienes comenzaron a demandar soluciones más rápidas, accesibles y personalizadas y por sobre todo digitales.
¿Qué está cambiando en la industria?
La llamada Insurtech ha revolucionado el sector asegurador con la incorporación de tecnologías que mejoran procesos, reducen costos y optimizan la experiencia del cliente. Entre las más destacadas se encuentran:
Junto a estos avances, también ha cambiado el perfil del cliente. Hoy existe una mayor valoración de las opiniones en línea, una preferencia por productos personalizados y una demanda creciente por canales digitales eficientes. Este nuevo cliente busca experiencias ágiles, transparentes y empáticas.
¿Lo humano vs lo digital? Una falsa dicotomía
Un punto importante es entender que la digitalización no pretende reemplazar a los corredores de seguros, sino integrarlos en un ecosistema más moderno, eficiente y enfocado en el cliente. Los corredores siguen siendo claves al ofrecer asesorías personalizadas, interpretar necesidades complejas y acompañar al cliente en momentos difíciles.
De hecho, la digitalización potencia su rol: automatiza tareas repetitivas, libera tiempo para el contacto humano, facilita el acceso a información estratégica y mejora la comunicación con clientes y aseguradoras.
En lugar de una competencia entre lo digital y lo tradicional, estamos frente a una colaboración que busca lo mejor de ambos mundos. Quienes logren adaptarse e integrar ambos enfoques estarán mejor posicionados para enfrentar los desafíos de un mercado que no deja de evolucionar.
En Simplee, creemos que la tecnología no reemplaza lo humano, sino que lo potencia. Por eso, estamos comprometidos con integrar herramientas digitales que nos permitan entregar un servicio más rápido, personalizado y transparente, sin perder nunca el valor del acompañamiento de nuestros expertos.
Ya sea que prefieras una atención 100% digital o una asesoría cercana con uno de nuestros ejecutivos, estamos aquí para ayudarte a encontrar la mejor protección para tu empresa, de forma simple, ágil y a la medida de tu negocio.
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